Fue construida en una superficie de 4.7 millones de hectáreas y cuenta con 14 edificaciones

La sensación es única. Ingresar a la estación terrena para el control de satélites “Amachuma” es como visitar otro planeta por la dimensión de las antenas, la tecnología, los ambientes amplios, la tranquilidad y la cercanía al mítico nevado Illimani. La infraestructura está ubicada aproximadamente a 30 kilómetros de la ciudad de La Paz y es la que hace seguimiento al satélite Túpac Katari TKSAT-1.  

Esta importante estación se encarga principalmente de monitorear y controlar el satélite, una nave espacial no tripulada con la misión de girar en torno a nuestro planeta por un periodo de 15 años, transportando antenas y equipos de telecomunicaciones.

La estación terrena funciona desde el año 2013 y está ubicada en el municipio de Achocalla, en la urbanización Amachuma. El viaje, desde el centro de La Paz, lleva aproximadamente una hora. El recorrido final se realiza por un camino zigzagueante de tierra desde la comunidad de Achocalla, pero también se puede llegar desde la ciudad de El Alto.

A la llegada, el “Choco” y “Chato”, dos perros guardianes que habitan en la estación, dan la bienvenida con ladridos,  los encargados de seguridad abren el portón automático de ingreso, siguiendo los protocolos de seguridad.

A primera vista, seis antenas de grandes dimensiones ocupan toda la atención del visitante, pero el recorrido inicia en el parque temático, que representa el conocimiento científico de la civilización tiwanacota. En esta área se observan elementos que representan al lago Titicaca, a la Isla del Sol, a la Puerta del Sol, a la pirámide de Akapana. Estos espacios son los que la historia reconoce como la más alta expresión de conocimientos y saberes ancestrales de la cultura Tiwanacota, que extendió su dominio a gran parte del continente sudamericano.

La visita a la estación terrena continúa en la zona de control del satélite Túpac Katari, espacio que cuenta con tres importantes áreas: el centro de control de satélites, el centro de operación y control de comunicaciones y el telepuerto. En estas oficinas trabajan 26 especialistas en varias áreas de tecnología espacial, los cuales fueron capacitados en la República Popular de China.

En el centro de control de satélites, cuatro ingenieros trabajan arduamente en sus computadoras, todos ellos se encargan de monitorear el estado del satélite. A diario se evidencia cómo está funcionando el TKSAT-1, cuál es su posición, pero fundamentalmente este equipo de trabajo se encarga de mantener el satélite en su órbita y que no sea alterada por fenómenos externos a él.

Otra importante área es el centro de operación y control de comunicaciones donde trabajan seis personas. Su misión es cuidar las señales que los clientes suben y bajan del satélite, controlan que el servicio de telecomunicaciones se realice con la más alta calidad, para ello, varios monitores expresan gráficos que son analizados también en cada computadora.

Una tercera área, no menos importante, es el telepuerto, sistema que envía y recibe señales del satélite para prestar servicios  como acceso a internet y televisión digital, entre otros. El personal de esta área atiende todos los requerimientos técnicos de los clientes directos de la Agencia Boliviana Espacial (ABE).

Llama la atención que en estas áreas, jóvenes profesionales bolivianos capacitados en China, asumen la responsabilidad de la operación del satélite Túpac Katari 1 y el mantenimiento de la estación terrena de Amachuma.

Un importante proyecto de la ABE, en el que trabajan cuatro especialistas mujeres, es el grupo de observación de la tierra, que se encarga también de producir imágenes satelitales procesadas por aplicaciones que benefician al campo de la meteorología, agricultura, conservación de bosques, seguimiento de cultivos y el monitoreo del medio ambiente de la tierra con equipos y programas de alta tecnología.

Juan Pablo Zubieta, ingeniero de energía de la ABE, comenta que todos los sistemas de la estación terrena del satélite funcionan con energía eléctrica; sin embargo, cuentan con bancos de baterías y equipos de suministro a través de generadores que brindan energía de forma ininterrumpida.

El recorrido todavía no concluye. Existe un ambiente audiovisual para brindar conferencias, capacitaciones y talleres a todos los visitantes, que desde 2014 hasta la fecha ascienden a más de 5.000 personas, en su mayoría estudiantes de colegios y de universidades y turistas.

A esto se suma el convenio firmado con la Agencia Boliviana de Turismo (BOLTUR), que incluye dentro de sus paquetes turísticos, la visita a la estación terrena para control de satélites “Amachuma” y según el cuaderno de registro de la estación, genera visitas de turistas los fines de semana.

Finalizando este viaje al “espacio”,  la visita de cerca a las seis antenas parabólicas que tienen un tamaño proporcional a la cantidad de información que se transmite. El guardia de seguridad señala que la gente suele sacarse muchas fotos con estas antenas, espacio que es considerado como lo más atractivo para los visitantes.

Doña Elenita, como la llama de cariño el personal de la estación terrena “Amachuma”, prepara una deliciosa comida para todos aquellos quienes trabajan en tres turnos de lunes a viernes. Ella relata su experiencia en la estación terrestre. Dice que trabajar en Amachuma es como estar en otro planeta. Le impacta el tamaño de las antenas y la tecnología de los ambientes.

Los sábados y domingos, personal determinado trabaja en dos turnos solamente. Estos días el esfuerzo es mayor, pero siempre están al servicio del pueblo boliviano las 24 horas, para que la señal, de radio, televisión e internet llegue a cada metro cuadrado del territorio nacional.

La estación terrena para control de satélites “Amachuma” fue inaugurada el año 2013, antes del lanzamiento del satélite Túpac Katari y los servicios comerciales de telecomunicación iniciaron en abril del 2014. Desde entonces, el flujo turístico en la comunidad Amachuma se ha incrementado.

Así, el departamento de La Paz tiene en su territorio una “nasa boliviana”, como la llama el personal de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), empresa estatal que administra la estación terrena y los servicios que brinda el satélite Túpac Katari, desde allí se realizaron las pruebas en órbita del satélite Túpac Katari 1 a fines del año 2013, a partir de entonces se realizan todas las tareas de control.